Estados Unidos enfrenta una amenaza creciente a su dominio en inteligencia artificial, y China está ganando terreno rápidamente. Esto no es sólo una preocupación comercial; es un riesgo “existencial” para la innovación democrática, según Andy Konwinski, cofundador de Databricks y la firma de riesgo de IA Laude. ¿El problema central? Un alejamiento de la colaboración de código abierto en favor del desarrollo de IA patentado.
La erosión de la colaboración abierta
Konwinski señala una tendencia inquietante: los principales investigadores de IA ahora informan que han encontrado más ideas innovadoras provenientes de empresas chinas que de estadounidenses. Esto no se debe a una falta de talento en Estados Unidos, sino a un cambio sistémico. Los principales laboratorios de inteligencia artificial de EE. UU. (OpenAI, Meta, Anthropic) están bloqueando las innovaciones en lugar de compartirlas libremente. Esto sofoca el crecimiento orgánico que históricamente impulsó el progreso.
La estructura de incentivos agrava aún más el problema. Los salarios multimillonarios que ofrecen los laboratorios privados están cazando talento académico, agotando a las universidades de los expertos necesarios para fomentar la investigación abierta. ¿El resultado? Un “agotamiento” del libre intercambio de ideas que alguna vez definió el liderazgo estadounidense en IA.
La ventaja del código abierto de China
Por el contrario, China fomenta activamente el desarrollo de la IA de código abierto. Laboratorios como DeepSeek y Qwen de Alibaba lanzan sus innovaciones libremente, permitiendo que otros las desarrollen. Este entorno de colaboración impulsa avances rápidos. El apoyo del gobierno chino garantiza que estos avances no queden encerrados detrás de muros corporativos.
¿La lección crítica? La nación que logre el próximo avance en el “nivel arquitectónico del transformador”, el equivalente al trabajo de investigación disponible gratuitamente que dio origen a la IA generativa, aprovechará la ventaja. China se está posicionando para ser esa nación.
La amenaza empresarial para los laboratorios estadounidenses
Esto no es sólo una cuestión de seguridad nacional. Konwinski advierte que los laboratorios de IA de EE. UU. se están “comiendo sus semillas de maíz” al priorizar las ganancias de propiedad a corto plazo sobre la colaboración abierta a largo plazo. En cinco años, estos mismos laboratorios sufrirán a medida que se agote la fuente de la innovación.
La trayectoria actual amenaza no sólo el liderazgo estadounidense sino también la viabilidad empresarial de las mismas empresas que están impulsando el cambio hacia el secreto. El costo a largo plazo de bloquear la investigación en IA supera con creces cualquier beneficio percibido a corto plazo.
El camino a seguir
Para recuperar su ventaja, Estados Unidos debe priorizar la colaboración de código abierto. Esto significa incentivar a los investigadores para que compartan su trabajo, apoyar proyectos de código abierto y fomentar una cultura de transparencia. La alternativa es un declive lento pero inevitable a medida que otras naciones, en particular China, den un paso adelante.
Hay mucho en juego. El futuro de la IA (y el equilibrio de poder global) depende de si Estados Unidos puede redescubrir su compromiso con la innovación abierta.
